En el marco del aniversario de Caleta Olivia, se llevó a cabo la presentación oficial del primer vino artesanal producido íntegramente por manos locales. Este proyecto, impulsado por seis productores en colaboración con la Subsecretaría de Desarrollo Económico y el área de Punto Orgánico, busca revalorizar la tradición vitivinícola de la región y proyectarla hacia el futuro.
La subsecretaria Andrea Bayón, destacó la importancia de este hito para la comunidad: «Hoy es un día especial para Caleta Olivia. Estamos acompañando a seis productores que, tras una intensa capacitación virtual con un enólogo, presentan su vino artesanal. Es un logro que refleja el compromiso con el desarrollo económico local y la preservación de nuestras raíces familiares y culturales.»
El proyecto surgió como una apuesta para aprovechar las parras urbanas y rurales, presentes en la región desde hace décadas. La subsecretaria Andrea Bayón remarcó que el vino no es sólo un producto, sino también un símbolo del legado de las familias que migraron desde el norte, trayendo consigo la cultura del cultivo de la vid.
Además del vino, se está explorando la producción de otros frutos, como el olivo, para diversificar la oferta agrícola. Por ende, este enfoque busca generar un valor agregado y nuevas oportunidades económicas para las futuras generaciones.
El gobernador Claudio Vidal y el intendente Pablo Carrizo, decidieron fortalecer las políticas de desarrollo agrícola, apostando por proyectos que fomenten el trabajo, la educación y la producción local. El objetivo es consolidar a Caleta Olivia como un referente en la producción vitivinícola artesanal, con miras a crear etiquetas propias y una cadena de valor sostenible.
Por último, Darío Masía uno de los productores locales, expresó su entusiasmo y el desafío que implicó esta primera experiencia: «estamos realizando una degustación de un vino casero elaborado junto a otros productores locales. es nuestra primera experiencia, aún perfectible, pero cargada de pasión y dedicación. convertimos las uvas criollas de esta cosecha en dos tipos de vino: un clarete, que preferimos no llamar tinto, y un blanco. ahora estamos en la búsqueda de un bouquet que nos identifique y que pueda maridar con los productos del mar, como pescados, langostinos y rabas. queremos que este vino joven, con el tiempo, sea un símbolo que nos represente.»