El intendente Pablo Carrizo junto al jefe de Gabinete Luis Melo y el Gerente local de SPSE Alejandro Mamaní recorrió sectores en patios internos y calles con el fin de coordinar acciones conjuntas y llevar información de primera mano a los vecinos afectados por esta situación.
Observó la cisterna del barrio y la acumulación de agua en Av. Del Trabajo entre calles Elisa Alonso y Bárbara Serrano. “Es un punto crítico donde cada vez que tenemos temporal en este lugar se acumula mucha agua. Tiene que ver con la falta de infraestructura que ya viene de hace un tiempo, hubo un proyecto que no se hizo. Obras y Servicios tuvo intervención para que el drenaje funcione bien y seguramente vamos a intervenir de nuevo”, expresó.
Un flotante mecánico sería la solución. Pero, por sus medidas y características, no es fácil de conseguir. Tiene un costo de 1.300.000 pesos y se pedirán presupuestos en Buenos Aires. Más allá del precio, el intendente sostuvo que la burocracia administrativa dilata los tiempos “la idea es trabajar en conjunto, estar a disposición de los entes provinciales que están en la localidad. Cuando hay un problema así no es de SP o de la Municipalidad, es de todos y lo tenemos que resolver”, expresó.
Alejandro Mamaní explicó que “venimos sufriendo el rebalse de una cisterna y el corte del suministro ajeno a la parte operativa. Tenemos un problema en una de las válvulas y no encontramos en la zona un flotante de 3 pulgadas, no hay en Comodoro. Estamos viendo si nos pueden presupuestar en Buenos Aires”. Desde el viernes pasado se busca dar con el repuesto faltante incluso haciendo pedidos a Río Gallegos. “La mayor preocupación es que en este barrio hace más de quince días se producen cortes y rebalses de agua que se acumula en Avenida del Trabajo”.
El jefe de Electromecánica de SPSE Roberto Quintero detalló el funcionamiento que se ve afectado. “Ingresa agua y aire por la línea principal, se encapsula en el cabezal de la válvula y no se puede quitar, lo que descontrola la válvula”, explicó.
Esta falla existe desde la habilitación del caño de 450 que no carga de forma correcta y se filtra aire. La línea principal utiliza a la cisterna como una purga gigante y el flotante sufre las consecuencias. El sistema estaba automatizado pero ya no funciona con normalidad por el ingreso de aire.
Actualmente el suministro se realiza manualmente medio día con bypass y por la tarde noche hasta la mañana siguiente con bombeo. Hay una guardia de 24 horas abocada al sistema de bombeo y control de niveles.
“La solución sería contar con un flotante mecánico para normalizar el suministro de agua que se ve afectado y tiene rebalses. Una vez que se cuente con la herramienta su puesta en funcionamiento sería rápida”, aseguró.